El posible interés de la vicepresidenta Raquel Peña en aspirar a una precandidatura de su partido el PRM, con miras a la presidencia de la República en 2028 ha comenzado a poner a pensar en el ajedrez político posible de conformación de boleta.
Aunque falta mucho, para el inicio de una campaña, hay que reconocer que cuenta con una figura consolidada, alto nivel de aprobación y un estilo moderado.
Sin embargo, la gran interrogante que surge es: ¿quién podría ser su compañero ideal de boleta?
Varios nombres posibles de complementos a una eventual candidatura presidencial de Peña:
Eduardo «Yayo» Sanz Lovatón, un gran dirigente y actual director de Aduanas, goza de confianza dentro del PRM y ha demostrado capacidad de gestión, su estilo técnico lo posicionan como buena opción.
David Collado, exalcalde y actual ministro de Turismo, con quien ha compartido en varias ocasiones de actividades de gobierno e inauguraciones, representa una fuerte conexión con los sectores urbanos y empresariales. Su figura podría aportar un impulso a la fórmula, ya que goza de gran popularidad.
Samuel Pereyra, al frente de Banreservas, tiene una imagen de gran gestor eficiente, con respaldo en el sector financiero. Su perfil institucional también armoniza con el de Peña.
Guido Gómez Mazara, con su verbo encendido y conexión con sectores populares, podría aportar balance político, mediante un contraste de estilos diferentes
Wellington Arnaud, director del INAPA, destacado por su experiencia técnica y su trabajo territorial, conocedor de estructuras políticas.
Si bien no hay decisiones oficiales, de que ella pueda ir a la contienda interna, el solo hecho de que se contemple a Raquel Peña como presidenciable ya activa el debate sobre con quién podría formar una boleta con ella. Y aunque hay varios nombres, el equilibrio entre afinidad, proyección y estrategia serían clave para acompañar su posible salto a la candidatura presidencial.